Lo que pretendo con el siguiente texto no es hacer una apología socialista-comunista de la alienación, solo es un análisis de las revoluciones industriales desde la perspectiva del individuo, “como persona”, desde su dimensión humana y cómo a través de la historia el trabajo ha sido un entre represor y deshumanizador. “Hegel la define como el estado del ser fuera de sí, por contraposición al ser “en si”, sentimiento que la conciencia tiene de hallarse separada de la realidad a la cual pertenece” (Tomado del Pequeño Larousse Ilustrado) Marx le dio un sentido más concreto al definirla como la característica de la relación Hombre/Trabajo, en la Sociedad Capitalista. Al verse desvinculado de los productos de su trabajo y no reflejarse en el salario la plusvalía creada por el proceso de producción, el asalariado no puede sentir “su” trabajo como algo propio; paradójicamente, su vida personal se centra en el tiempo residual, el ocio. Desde la comunicación, como ciencia, el individuo esta en un constante devenir y cambio, creando y compartiendo “sentidos” con sus otros, los otros de la vida, de la familia, del trabajo y consigo mismo en un proceso de introspección y evaluación de sus relaciones sociales. Teniendo esto muy claro podemos entrar a evaluar cada una de las épocas y el papel del individuo-trabajador en el momento histórico. La Primera Revolución Industrial “El obrero no es persona, es fuerza de producción” Los avances técnicos y tecnológicos hacen que la economía pase de ser agraria a ser una economía industrial capitalista. En este periodo impera la represión y la ley del látigo, el obrero no piensa, ni siente, solo produce, se le obliga a cumplir con su trabajo en las peores condiciones posibles, las que menos signifiquen gastos económicos para el patrón. Solo importa la fuerza de producción, el obrero esta obligado a producir mas, con el temor de que su trabajo pueda ser reemplazado por una máquina, porque era tan subvalorada y tan mecanizada la labor del obrero que se contaba como una mercancía mas que se podía cambiar en cualquier momento y circunstancia. Se produjo una separación radical de clases donde los obreros producían para los capitalistas. Se presentaba en la mayoría un trabajo artesanal y los empleados eran altamente especializados en su labor. La Segunda Revolución Industrial Alienación Corporativa Es aquí donde aparecen los primeros científicos de la administración y los primeros intentos (fallidos) por iniciar estudios comunicativos de las empresas. Se Pretende organizar científicamente las empresas y empiezan a darse las primeras teorías administrativas, que le dan un nuevo puesto al individuo, como parte del sistema de producción, esta vez como de la mano de la sicología organizacional y la motivación que le harán creer al empleado que la empresa es suya y que puede superarse a través de ella. Lo que pretendían era establecer métodos eficaces para que los obreros realizaran su trabajo, considerando científicamente la sicología humana. Analizando las capacidades del trabajador para ubicarlo en el puesto de trabajo donde mayor iba a ser su producción, de esta manera aumentaban las ganancias de la empresa y se le daban al empleado paliativos que lo mantenían aparentemente conforme con su puesto en la organización. Es en este punto y de la cabeza de los ingenieros donde se empieza a pensar en “modelos de comunicación” como una manera de aumentar la productividad de las empresas, modelos que no pretendían comprender lo humano, sino simplificar los procesos. Con el surgimiento de la producción en serie los empleados empezaron a ser más generales y fáciles de reemplazar por máquinas. Hasta el punto de ser definido como una “máquina que no piensa”. La tercera revolución Industrial Es en este punto de la historia cuando se empiezan a reconocer la importancia de las Relaciones Humanas para el rendimiento del trabajo. Fue en este momento cuando nación el Movimiento de las relaciones humanas. Sentirse parte de un grupo y mejorar la comunicación entre los operarios favorece el rendimiento en el trabajo. Aparentemente lo humano es más importante y llegamos al punto de la Informática, de las Sociedades donde lo más importante es el flujo de información, la manera de almacenarla y distribuirla y la capacidad del individuo de apropiarse de ella. Dando paso a otro tipo de perdida de identidad en el interactuar forzado con otras realidades. Se redefinen las relaciones sociales según los instrumentos que se utilicen, el individuo es calificado como más o menos capaz en la medida en que manipule los medios masivos y pueda interactuar a través de ellos, construyendo puentes cada vez más débiles para solventar sus carencias, la necesidad de “otro”, el otro de la relación, el otro que denota conflicto, el otro que complementa su ser en el mundo, el otro de lo social. Se es cada vez mas un sin fin de códigos y archivos organizados en carpetas y clasificados según los gustos, que están determinados por lo que muestra la ventana al mundo que designa lo que es digno de observar y lo que no, disfrazando la soledad que corroe la existencia, atenuando las carencias y llenando los vacíos frente a un aparato que muestra que todo puede ser mucho más fácil, que el “infierno no son los otros”, y que no importa lo que se diga, sino que el medio lo reproduzca y lo multiplique infinitas veces.
Epígrafe del mes - JUNIO
..."La mujer perfecta es un tipo humano superior al varón perfecto, pero también es un ejemplar mucho más raro." Nietzsche
ENCUENTRO CON EL MAR
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